No es exactamente amor, ni un sentimiento de comunidad; es la sensación de saber que hay gente, muchísima gente, que está contigo en esto. Que forma parte de tu equipo. Cuando la cuenta ya está pagada pero no os movéis de la mesa. Cuando dan las cuatro de la madrugada pero nadie se mete en la cama. Aquella noche con la guitarra. Aquella noche que ya no recordamos. Aquella vez que hicimos, fuimos, vimos, reímos, sentimos. Los gorros."
Fragmento del discurso de graduación de Marina Keenan. Texto completo recogido en el país.
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