martes, 11 de agosto de 2015

El bollo de la victoria.

Croissants, cruasán, medias lunas o símbolos de la victoria.
Situémonos; Viena, finales del siglo XVII; la ciudad sale victoriosa del sitio otomano y el gremio panadero de la ciudad bañada por el Danubio decide burlarse de la bandera otomana creando un bollo en forma de media luna.

La palabra croissant aparece por primera vez en 1863 y la receta original, a base de masa hojaldrada ha evolucionado dando paso a una gran variedad de sabores y texturas.
Del típico croissant de mantequilla que se puede degustar en cualquier esquina de París a croissants de rellenos salados como queso o jamón, o de kebab, de morcilla o de Frankfurt.
O masas de distintos sabores, bollos integrales, de semillas o sin gluten.
Sin duda mis favoritos son los hechos con semillas de las panaderías burgalesas “el horno”.
Así que ya sabes, la próxima vez que arranques una pedazo de croissant y te los lleves a la boca, piensa que estas degustando un trozo de historia y de victoria.

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