viernes, 8 de mayo de 2015

Cuchara personalizada

Y metí la mano en el buzón y me topé con un paquete azul. Intrigada, rompí el plástico y sonreía al ver la cuchara. "Ya era hora" pensé entrando en el ascensor con la caja roja entre las manos. 90 días han tardado. Pero es mía, por fin. Y abro la puerta de mi casa y la saco del embalaje.

Pesa poco y tiene una forma que resulta cómoda al uso. Me encanta, decido acariciando mi nombre.
Ya solo faltan 2 de las 3 que pedí a Kelloggs.

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