Las palabras
bien articuladas nos pueden trasportar a otros lugares y hacernos soñar con
vidas ajenas.
Quizás el héroe
por excelencia sea el ilustre hidalgo de la Mancha, Don Quijote. ¿Os habéis
parado a pensar alguna vez en cómo sería una relación entre Don Quijote y
Madame Bovary? Graciosa y el sector editorial se recuperaría de su mala racha.
También de amor y
locura vive el siguiente héroe: Florentino Ariza, quien consiguió al final de
su vida el ansiado amor de Fermina.
Héroes también
hay en el teatro. Hamelet quien luchó para vengar la muerte de su padre o
Adela, la joven que se rebeló contra Bernarda Alba.
Otros existieron
de verdad pero serían clasificados como antihéroes por más de uno, pero
simplemente como humanos por mí. Ejemplos serían Oskar Schindler o la joven Dita,
bibliotecaria de Auschwitz.
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