viernes, 26 de junio de 2015

Hirosima: Coleccionistas de sombras.

Hirosima, 6 de agosto de 1945.
Día del horror.
Ese mañana 230.00 personas perdieron la vida y otras 360.000 fueron condenadas al olvido.
La cultura japonesa está llena de leyendas y de supersticiones y por desgracia, se tardó poco en acuñar el término Hibakusha para los supervivientes de la catástrofe. Una palabra que los transformó en intocables.
Los Hibakusha intentaron, sin éxito, encontrar los restos de sus familiares para darles sepultura, pero la bomba y la inmediatamente posterior honda expansiva habían acabado en cuestiones de pocos minutos con 120.00 vidas. 
Se fueron sin darse cuenta, sin tiempo para despedirse, sin tiempo para asimilar lo que ese avión con las letras "Enola Gay" les traería.
Se fueron dejando sombras tras de sí.
El calor les sorprendió a las 8:15 dejando tristes instantáneas en las calles. Sombras que luego la gente se dedicó a rescatar como único recuerdo de los que desaparecieron.

Esta otra fotografía no fue tomada ni en Hirosima ni en Nagasaki pero la situación debió de ser parecida. Desesperación, horror e incredulidad. ¿Porque ellos? Se preguntarían el resto de sus vidas.

Esta imagen fue tomada en 1972, 24 años después de la destrucción de las dos ciudades japonesas.
Un 8 de junio, Vietnam se convirtió en otro infierno cuando los EEUU bombardearon una pequeña aldea con NAPALM.
Tal vez esta fotografía, cruel a los ojos de muchos, no solo cambio la vida de Kim Phue, su protagonista, quien fue envida a un hospital canadiense y salvó la vida; si no que también cambio para siempre el concepto de Guerra y de Fotoperiodismo.
No se si en esta pequeña aldea también fueron coleccionadas sombras, pero ojala no tengas que seguir estas oscuras huellas en ningún otro lugar.

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