Hay lugares que sorprender por su inesperada belleza. Esto
pasa con estas salinas.
Entre horribles bloques de apartamentos solo habitados en
meses de verano queda todavía un remanso de paz. Además de ser un pequeño
paraíso, tambien es parque natural por la cantidad de aves que lo eligen año
tras año para vivir.
Rutas a través de copas de árboles torcidos por el viento.
Miradores de aves.
Huellas de caballos.
Viñedos y arie puro.
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