viernes, 3 de julio de 2015

Robos con arte

Los cuadros son golosos, expuestos en galería y museos a la vista de cualquiera se convierten en objetos de deseo por parte de millonario y ladrones.
El primer robo es casi por excelencia "El robo". Hablo de La Gioconda.
La mañana del 21 de agosto de 1911 se paralizó París y parte del mundo. La dama de la enigmática sonrisa había desaparecido. ¿El autor de semejante hazaña? Un italiano que vestido de trabajador había descolgado el cuadro y con el lienzo escondido debajo de la ropa se dispuso a devolver la obra de Leonardo a Italia. ¿Su fallo? Intentar venderla a la Galería de los Oficios. Dos años y ciento once días estuvo sonriendo la Gioconda en el interior de una maleta Dios sabe donde.

El hueco que quedó tras el robo.

Otro robo famoso fue obra de los Nazis. Por ordenes de Hitler y con la intención de crear un museo de arte alemán, Adolf Hitler ordenó a sus tropas saquear media Europa y una de las obras que acabó en una mina de sal de los Alpes austriacos fue el "Políptico del cordero místico" Retablo de la catedral de Gante, obra clave para el desarrollo del flamenco ( me refiero a la pintura, no a la música) que estaba, por desgracia, acostumbrado a los robos.
En 5 ocasiones fue desmontado y vendido por lo que es casi un milagro que de las 12 tablas solo falte 1.
La restauración del «Cordero Místico» de Gante revela nuevos enigmas

El último robo nos lleva de vuelta al Louvre y aunque en su momento no fue considerado como tal, la verdad es que la historia de como llegó la "Venus de Milo" a París es de todo menos legal.
Para sacar la escultura de su isla griega natal solo hubo que untar al agricultor que la encontró, a un par de funcionario y pagar una multa al gobierno Turco ( regentes de la isla) quienes no se tomaron muy bien el "robo" francés ya que a la mujer sin brazos le habían encontrado otro comprador.

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