Día 6.
18 de agosto de 2015.
Por favor, sácame de aquí,
llévame lejos de Schauunen, donde los monstruos no existan. Por favor… Aquí
todo es dolor, las paredes gritan y en el suelo parecen apreciarse lágrimas…
Perdona lo de antes, la visita al
campo, pese a que iba mentalizada me ha afectado mucho. ¿Sería un monstruo
decir que pese a todo me ha gustado? Pensaras que es imposible, pero si
olvidamos ellos ganan. Y yo no voy a dejarles ganar, aunque acabe llorando.
El museo Judío es un edificio
espectacular, con espacios vacíos que recuerdan a los millones de judíos que
perecieron en el holocausto y una bifurcación en el sótano: El exilio o la
muerte.
Días en los que hoy siento que
elegí bien al dirigir mis pasos hacía el pasado, hacia la historia.
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